MALÓN URBANO

Los malones urbanos son una táctica de participación ciudadana que invita a los integrantes de una comunidad a compartir una gran mesa, en torno a una comida colaborativa, para generar conversación, vínculos de confianza y construir capital social.

Esta táctica se implementó por primera vez en Santiago en 2013, invitando a los residentes de distintos barrios a organizarse y compartir con sus vecinos. Realizado año a año, los malones urbanos se fueron expandiendo hasta convertirse en una fiesta nacional el 2017 bajo el nombre de El Gran Malón. Su versión 2018 convocó a cientos de personas en 29 comunas de 10 regiones del país.

El Gran Malón se ha replicado en otras localidades, cambiando su nombre pero conservando su espíritu. Así, se ha desarrollado en Salamanca, Región de Coquimbo, en el norte de Chile, donde se denomina La Gran Mateada, pues recoge la tradición de compartir un mate de manera colaborativa.

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También se ha implementado en el marco del proyecto Ciudades Compartidas, en Ciudad de Guatemala, Guatemala, donde recibió el nombre de Convivio de Traje. Esta táctica se realizó como una invitación a los vecinos a reunirse y compartir una comida, con el objetivo de facilitar el encuentro pacífico entre individuos y promover la cohesión. Para garantizar la tranquilidad y disfrute de los asistentes, se desarrolló, en conjunto con la oficina de arquitectos Torus, un plan de seguridad que contó con el apoyo de la policía nacional.

En México, por su parte, se replicó con el título de Guateque, denominación local a las fiestas de baile, jolgorio y comilonas.