RUTA SEGURA INDEPENDENCIA
El proyecto Calles para la Niñez, liderado desde Ciudad Emergente en colaboración con NACTO-GDCI, transformó la calle Enrique Soro en Independencia en un espacio más seguro y accesible para niños, niñas y cuidadores. El piloto se desarrolló en dos fases: el levantamiento de percepciones a través del KIT Mi Camino a la Escuela y la implementación de intervenciones de urbanismo táctico.
La fase inicial permitió recopilar las percepciones infantiles sobre su entorno, identificando puntos inseguros y áreas prioritarias para la intervención. A través de mapas, stickers de emociones y dibujos, los niños destacaron peligros como la velocidad vehicular y la falta de cruces seguros, aportando ideas para la transformación de sus calles. Este enfoque lúdico permitió a Ciudad Emergente identificar elementos clave para el diseño del proyecto.
En la segunda fase, se implementaron intervenciones como la reducción de vías, instalación de pasos peatonales, ampliación de áreas peatonales y activaciones comunitarias. Estas acciones se complementaron con actividades recreativas como talleres, cuentacuentos y pintacaritas, que involucraron a más de 400 participantes. Además, se activaron más de 2,000 m² de espacio público, convirtiendo la calle en un lugar de encuentro seguro y dinámico.
Los resultados destacaron una mejora significativa en la seguridad vial. La velocidad de los automóviles se redujo en un 14%, mientras que la cantidad de niños y niñas utilizando la calle aumentó en un 28.5%. Asimismo, la percepción de diversión, seguridad y limpieza entre los peatones mostró incrementos importantes, especialmente entre cuidadores, con un aumento del 84% en la percepción de diversión.
Este proyecto evidenció el impacto positivo de incorporar la perspectiva infantil en el diseño urbano, promoviendo calles más seguras, inspiradoras y educativas. Las intervenciones tácticas demostraron ser efectivas en la reducción de riesgos viales y en la mejora de la experiencia peatonal, reforzando el valor del trabajo colaborativo entre comunidad, municipios y expertos en urbanismo.
Calles para la Niñez no solo transformó físicamente la calle Enrique Soro, sino que también sentó un precedente para futuras intervenciones, destacando cómo la participación ciudadana y el enfoque infantil pueden redefinir el uso de las calles, convirtiéndolas en espacios de bienestar colectivo y aprendizaje. Este piloto se posiciona como un modelo replicable para ciudades que buscan mejorar su infraestructura vial con un enfoque inclusivo y sostenible.
Imágenes Antes y Después