Ciclovía Metropolitana
Movilidad Sostenible Para Santiago
Piloto Ciclovía Metropolitana
La Ciclovía Metropolitana es parte del proyecto Nueva Alameda, tiene como objetivo transformar el eje más importante de Santiago mediante una red de ciclovías de 8 kilómetros que conecta desde Pajaritos hasta Plaza Italia. Este proyecto busca fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte ecológico y seguro.
La iniciativa responde a la creciente demanda por transportes alternativos y amigables con el medio ambiente, ayudando a reducir la congestión vehicular y disminuyendo las emisiones de CO2. La ciclovía se integra en un sistema más amplio de transporte urbano que facilita conexiones intermodales con el transporte público. Las ciclovías no solo mejoran la seguridad para los ciclistas, sino también la fluidez y comodidad de los desplazamientos, lo que refuerza la visión de Santiago como una ciudad más accesible y equitativa.
Su implementación forma parte de un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, impulsado por la demanda ciudadana de espacios más seguros y habitables.
En este proyecto, se aplicaron metodologías participativas para integrar a la comunidad en el diseño y evaluación de la ciclovía. A través del Bici-Ruta de Diagnóstico, los ciclistas recorrieron las calles evaluando seguridad, señalética, congestión y confort, aportando datos clave para el diseño. Además, el uso del Árbol de Ideas permitió recoger opiniones y expectativas de los ciudadanos sobre la infraestructura. Estas herramientas fomentaron un diálogo directo con la comunidad, garantizando un diseño más seguro y eficiente.
Se organizaron también talleres participativos en las comunas de Lo Prado, Estación Central y Santiago, donde se presentó la propuesta, se sensibilizó sobre movilidad sustentable y se integraron las percepciones de los habitantes en la planificación.
La activación comunitaria con una ciclovía experimental permitió probar el diseño en escala real, integrando a organizaciones ciclistas y ciudadanos en la evaluación de las condiciones de seguridad y funcionalidad. Estas acciones contribuyeron a un proceso de diseño urbano colaborativo que mejora la movilidad sostenible y la calidad de vida en Santiago.