ACTIVACIONES TÁCTICAS
Se realizó una Okuplaza en el terreno con talleres, charlas y actividades con la comunidad.
El proyecto Quilicura Limpia y Segura se destacó por transformar un microvertedero en un espacio público de encuentro mediante una estrategia incremental que priorizó logros a corto y largo plazo. Estas activaciones se centraron en el área donde se retiraron 180 toneladas de escombros, integrando elementos como una estructura metálica con un dosel de juncos, diseñada para brindar sombra y confort a la comunidad, y una innovadora pasarela fotocatalítica capaz de degradar emisiones de CO2, promoviendo la sostenibilidad ambiental.
Las activaciones incluyeron talleres participativos y diálogos comunitarios sobre gestión de residuos, problemas ambientales y el diseño futuro del espacio. Estas actividades permitieron a los vecinos compartir sus sueños y aspiraciones para el lugar. Los resultados fueron contundentes: el 84.2% de los participantes expresó su deseo de que el espacio se convierta en un parque o área recreativa, mientras que el 93.8% consideró que el proyecto tuvo un impacto positivo en el medio ambiente, y el 83.7% valoró positivamente su impacto en la comunidad.
El evento principal, la Okuplaza, reforzó este compromiso a través de limpiezas, charlas y talleres prácticos como la creación de bombas de semilla, la implementación del método de bosque Miyawaki para reforestación y actividades de vermicultura. También se incluyeron exposiciones de arte y espacios recreativos que conectaron a los vecinos con el lugar y entre sí.
Los expertos enfatizaron el valor de este proyecto para la educación sobre residuos, la biodiversidad y el fortalecimiento del compromiso comunitario. Además, la Okuplaza demostró el potencial de este tipo de activaciones como herramientas para replicar intervenciones similares en otras comunidades, integrando esfuerzos públicos, privados y comunitarios en torno a un objetivo común: construir un futuro sostenible y colaborativo.